El mercado del Interim Management está experimentando un notable aumento en España. El crecimiento de esta actividad discurre en paralelo con una marcada tendencia hacia la externalización de servicios en las medianas y grandes empresas.
31 de agosto de 2020
Además de los escenarios habituales para el Interim Management: sustitución temporal por cese o baja de un directivo, gestión de un cambio organizacional o dirección de proyectos, se está incrementando la demanda de estos servicios para procesos de internacionalización, fusiones y adquisiciones (M&A) o para la toma de control de inversiones por parte de gestoras de fondos de inversión y sociedades de capital privado. De igual forma, compañías multinacionales asentadas en España, habituadas a trabajar con empresas de dirección flexible en sus países, contratan de forma recurrente servicios de Interim Management al tenerlo totalmente integrado en sus dinámicas organizacionales.
El Interim Management se está convirtiendo en una herramienta de gran valor estratégico, entre otros motivos, porque flexibilidad equivale a competitividad. Actualmente, la sostenibilidad y el crecimiento de una empresa dependen, en gran medida, de su capacidad de adaptación para resolver situaciones puntuales sin sobrecargar su estructura. En términos generales, los costes variables asociados a proyectos mejoran la rentabilidad, facilitando un mayor y más rápido retorno de la inversión.
Este escenario en el que tienen que desenvolverse y evolucionar las empresas, es fruto de lo que el sociólogo y ensayista polaco-británico Zygmunt Bauman denominó a finales de la década de los años 80 (S. XX), “Modernidad líquida” o “Economía líquida” como lo denominan algunos economistas contemporáneos. Sin pretenderlo, pero vinculado a ese nuevo panorama social que no ha dejado de aumentar hasta nuestros días, Bauman anticipó la esencia del Interim Management cuando, basándose en la fluidez, el cambio, la adaptación y la flexibilidad, afirmó:
“Lo líquido es una metáfora regente de la época moderna, ya que esta sufre continuos e irrecuperables cambios. Asimismo, lo líquido no se fija en el espacio ni se ata al tiempo, se desplaza con facilidad, no es posible detenerlo fácilmente; y todas estas son a la vez características fundamentales de las actuales rutinas diarias”
Yendo a lo concreto, una de las funciones esenciales del Interim Management consiste en reforzar la estructura gerencial de las empresas con un propósito de cambio estratégico. Por la versatilidad y carácter multidisciplinar del servicio, las empresas especializadas en este campo poseen un importante registro preevaluado de profesionales senior capaces de afrontar con solvencia los retos más exigentes, se trata de los interim managers, hombres y mujeres de extraordinaria valía, seleccionados por expertos para poder destinarlos a las misiones más exigentes en tiempo récord. Esta es una de las principales misiones de las empresas de Interim Management; a través de sus expertos en recruitment separan el grano de la paja, y de entre los mejores granos, seleccionan los que son excelentes, ardua labor que solo los profesionales expertos en esta modalidad directiva, son capaces de llevar a cabo.
Uno de los valores más buscados en las personas que desarrollan las misiones de Interim Management, es el Seniority, según la RAE: “superior en categoría y experiencia a quienes desempeñan la misma profesión o cargo”, una cualidad que pocas personas poseen. En este sentido, muchos son los llamados y pocos los elegidos. Para que un profesional pueda ejercer sus funciones directivas con excelencia, debe tener una actitud especialmente resiliente, ser empático y tener capacidad de liderazgo, además de mucha experiencia y aptitudes excepcionales en sus especialidades profesionales. Ser interim manager, es una especialidad en sí misma, no sirve cualquier persona.
Estas cualidades, junto a la labor que desarrollan las empresas de Interim Management antes de iniciar el servicio (análisis de las necesidades y designación de manager) y durante el servicio (seguimiento, aporte de metodología, revisión de avance, control exhaustivo y sustitución del manager si fuera necesario), son las que pueden garantizar el éxito de una actividad que siempre se desarrolla en circunstancias especiales.
Al contrario de lo que sucede en otros mercados donde el Interim Management está más consolidado, en España se da la circunstancia de que algunas empresas seleccionan y contratan directamente a profesionales que, en la mayoría de los casos, son directivos en búsqueda de empleo, no interim managers profesionales. Son notables las ventajas que tiene canalizar este tipo de contrataciones a través de empresas especializadas, entre otras, la seguridad de contar con profesionales del más alto nivel, evaluados y con referencias chequeadas de forma profesional. Incluso, aunque sea muy poco habitual, proporcionan la reposición inmediata de otro interim manager, en caso de que el primer seleccionado/a no esté cumpliendo con los objetivos establecidos. Seleccionar a los mejores para servicios de Interim Management requiere unas cualidades que, normalmente, la mayoría de empresas no tienen, ni por parte de la dirección general, ni por parte de la dirección de RRHH, que deben ver a estas empresas como auténticos aliados estratégicos.
EEUU, Países Bajos, Francia, Alemania, Reino Unido o Suiza se sitúan a la cabeza en contratación de servicios de Interim Management. En estos países es muy extraño que una empresa se plantee contratar estos servicios si no es a través de una empresa especializada, ya que un interim manager freelancer no puede aportar las garantías que ofrece una empresa especializada en servicios de dirección flexible.
Por otra parte, estudios europeos sobre la actividad del Interim Management, indican que los interim managers contratados a través de empresas especializadas, proporcionan un mayor grado de satisfacción (en torno al 40 y 50%), que los seleccionados directamente por las empresas usuarias del servicio. Los factores que producen este resultado son, principalmente, la premura con la que se selecciona a los candidatos en situaciones que suelen ser de urgencia, y el hecho de no diferenciar entre la metodología para seleccionar a un directivo de cara a una posición permanente, o a un interim manager, que nada tiene que ver.
Afortunadamente, el mercado del Interim Management está madurando en España, lo que deriva en dos cuestiones relevantes: la primera de ellas es que los CEO están entendiendo que sus directivos tienen especialidades concretas y capacidades acorde con ellas, por lo que necesitan refuerzos puntuales para proyectos o situaciones específicas. La segunda circunstancia es la inviabilidad de que una empresa mantenga de manera permanente en su estructura a profesionales de élite, con unos costes fijos muy elevados cuando no están contratados en “modo interim”. Así pues, las empresas de Interim Management se están convirtiendo en aliadas capaces de generar valor hasta el punto de incrementar la competitividad empresarial, el objetivo más buscado.
Llegados a este punto, conviene destacar que son pocas las empresas realmente especializadas y con una trayectoria de éxito en el mundo del Interim Management. Al amparo del crecimiento de esta actividad, empresas de trabajo temporal (actividad que nada tiene que ver con la dirección flexible), consultoras especializadas en recruiting o headhunting, junto a asesorías multiservicios, han comenzado a ofrecer servicios de Interim Management como un commodity de apoyo para el resto de sus servicios. Ante esta cuestión, tan solo cabe apelar a la responsabilidad y el buen juicio de quienes tengan que contratar un servicio tan delicado como este, que solo las empresas verdaderamente especializadas son capaces de gestionar con plenas garantías.