Tribuna de opinión del Observatorio Español de Interim Management
Entrevista:
Abel Linares Palacios: CEO Nunkyworld: Leading Digital Value Creation. Socio Fundador y consejero en Beonit. Consejero en Adveo.
Ingeniero superior aeronáutico (UPM). Senior Management Programme. Program specially designed for top executive level: CEOs, President, Managing Directors (IE Business School)
14 enero 2020
¿Representa el Interim Management un cambio de modelo?
El Interim Management implica un cambio y una alternativa en la forma de contratación de talento directivo. Se trata de incorporar durante un tiempo limitado un ejecutivo con probada capacidad de gestión a un proyecto concreto.
Hasta ahora hemos vivido varios cambios en la consultoría: primero se aporto reflexión en busca de dar consejos basados en la observación y el conocimiento, posteriormente se sistematizo especialmente con la medición, luego se incorporó el conocimiento de mejores prácticas y hoy a la suma de todas estas se incorpora la necesidad de ofrecer respuestas efectivas a un mercado muy cambiante y con facilidad de acceso a la información que antes era un gran secreto, el gran activo de las consultoras que fortalecía a sus profesionales en la entrega de recomendaciones e informes. Informes con mucho foco en el análisis, en los procesos, las personas y la tecnología, pero con un alto nivel de personas junior implicadas en la pirámide de recursos, en general alejadas de la ejecución y los resultados finales.
La digitalización afecta a todo, también a la consultoría, obligando a ser más agiles, innovadores, con más foco en resultados y ejecución. Esto está más cerca de la gestión que de ser consultor, por eso la figura del interim manager gana sentido en este cambio de modelos empresariales que vivimos asociados a la transformación digital.
Un interim manager es una persona con experiencia en gestión, no un equipo, que se compromete con unos objetivos establecidos en unos tiempos concretos para resolver alguna situación extraordinaria. Esto motiva mucho al profesional, porque trabaja en un reto, en un proyecto concreto con metas y siente realmente su aportación.
Las compañías cada vez necesitan evolucionar más rápidamente, provocándose disfunciones en múltiples aspectos, y tienen que incorporar talento puntualmente para responder a esos nuevos retos, que no lo serían si tuvieran los conocimientos, habilidades y recursos internamente, pero no tienen tiempo para formarles y acometer la reingeniería o transformación requerida ya.
Se están produciendo muchos cambios ligados a la digitalización: los clientes compran, se informan y recomiendan de forma diferente, el talento es un gran reto, hay tecnologías complejas de alto impacto, nuevos modelos de negocio, un gran etc.
Necesitamos cada vez más ayuda del ecosistema que nos rodea para resolver una transformación, una crisis, impulsar un nuevo proyecto, un cambio o cubrir una ausencia temporal y el interim puede ser una buena solución
¿Puede dar algún ejemplo de situaciones o proyectos en los que es oportuno contratar servicios de Interim Management?
Abrir un mercado culturalmente diferente es complejo y tiene riesgos. Sin duda, es mejor buscar a alguien senior que ya haya trabajado en ese entorno, y ayude a evitar errores y crecer más consistentemente. Igualmente, Startup que requieren madurar operacional y organizativamente. El punto fuerte del Interim Management, para mí, son periodos asociados a restructuración, problemas o riesgos que requieran urgencia y foco.
¿Qué beneficios tiene contratar servicios de Interim Management?
El Interim Management aporta de forma temporal un recurso especializado en provisión de capacidades de gestión, liderazgo y conocimientos especiales. También, al no pretenderse una permanencia en el tiempo, aporta velocidad de contratación, en días frente a meses; flexibilidad en los tiempos de dedicación, al poder ser una dedicación parcial; una perspectiva nueva y objetiva al no tener decisiones anteriores que justificar, y si es realmente bueno, se ganará la confianza de los equipos por su objetividad, liderazgo y experiencia.
Si lo que buscas es efectividad y eficiencia en algo muy concreto, es decir, un retorno rápido sobre lo que estás haciendo, el Interim Management es muy recomendable, siempre que seas una persona capaz de delegar. Si no sabes delegar, el Interim Management no funciona porque es un ejecutivo senior con mucho criterio y no tiene por qué coincidir con tus criterios, es decir, es alguien que va a querer ejecutar el proyecto, entonces le vas a obligar a micro-gestionar generando tensiones y problemas.
Cuando una empresa contrata un interim manager, tiene la ventaja de que todo el mundo sabe que no se va a quedar. Eso permite suavizar posibles conflictos de poder, no es alguien que lucha contra otros para ver quién se queda, pero a la vez es una figura que viene apoderado desde arriba y necesita apoyarse en el equipo
Los interim manager son perfiles profesionales que se van, una vez que han implementado el cambio o proyecto contratado.
¿Qué posibles dificultades o riesgos hay que tener en cuenta cuando se contrata Interim Management?
El primer riesgo es elegir bien, el Interim Management está muy asociado a situaciones de verdadero riesgo, crisis o cambio drástico, lo que requiere respuestas urgentes y su trabajo tendrá un fuerte impacto en la compañía, pudiendo ser positivo o muy negativo si no se hace bien, luego el principal riesgo es elegir bien.
Hay un segundo nivel de riesgo, y es si las decisiones tomadas son drásticas con beneficios a muy corto plazo, pero afectando seriamente el medio plazo.
El tercero, no es sencillo encontrar personas responsables y con un alto nivel de cualificación, que puedan estar vacantes en el instante que urge y durante el tiempo que se necesita.
El cuarto puede ser el coste asociado. En general, las compañías tienen poco medido cuál es el coste real de adquisición de un cliente, el coste de reingeniería de un proceso, o de reestructuración financiera; a partir de ahí, es muy difícil valorar cuánto vale un profesional de Interim Management y su ROI asociado. Lógicamente, estos profesionales tienen unos honorarios altos porque trabajan durante un tiempo más acotado, y algunas empresas pueden pensar que por ese dinero o por menos, contratan a alguien cien por cien de la empresa, y que se quedará. En esos casos, estamos confundiendo el objetivo final de la contratación que es acelerar el cambio.
En mercados muy avanzados en análisis de costes, como pueden ser los anglosajones, el Interim Management, al igual que la consultoría, funcionan mejor porque tienen más claro los costes y riesgos asociados a la no implementación de los cambios.
Un aspecto a supervisar es la posibilidad de que el interim manager no se comprometa con los objetivos de la empresa a medio y largo plazo, al estar seguro de que no seguirá en la organización, esto podría llevarle a aplicar técnicas de tierra quemada. Hay que trabajar y diseñar bien lo que se quiere de él y las implicaciones que toda decisión conlleva.
Una dificultad adicional es valorar realmente el equipo que se necesita, si es válido con una sola persona y qué características debe tener, o si realmente se requiere un equipo que trabaje en modo Interim Management.
Un experto en el proyecto transmite mucho conocimiento a la organización. Esta puede aprender nuevas formas de trabajo en muy poco tiempo, pero a veces no es fácil que en ese tiempo cale el nuevo cambio cultural en la empresa, y conseguir que permanezca en mayor o menor medida en el futuro.
La figura del interim manager suele ser bien recibida, porque es alguien que está haciendo de evangelizador, de apoyo, de coach al conjunto de ejecutivos que hay en la empresa. Hay que pensar que a veces entra para salvar, mejorar o transformar esa organización, pero también provocara resistencias en ciertos niveles de la organización, en personas que vean en riesgo su posición o, sencillamente, por sacar a las personas de su zona de confort.
¿Qué tipos de empresas pueden tener más predisposición a contratar servicios de Interim Management?
Estos servicios suelen ser para las empresas en dificultades y están pueden ser: muy grandes, medianas, pequeñas e incluso las que tiene que madurar, startup.
En Estados Unidos, las startups se financian mejor, y aunque todo el mundo dice que lo que más se valora es el equipo directivo que tienen, es muy difícil que una startup tenga todas las posiciones bien cubiertas y gestores experimentados que ayuden a acelerar la empresa. La figura del interim manager puede ser un respaldo importante ante la entrada de nuevo capital. Ahí, el capital puede decirte: yo quiero un CFO, o un Compliance Officer, un buen Director de Talento, etc. En función de tus recursos económicos puedes tenerlo de forma puntual, y esto es independiente del tamaño o sector.
En España no es muy realista esperar que las startups contraten Interim Management, por mentalidad y por falta de recursos económicos. Las grandes están mucho más por la labor de contratar estos servicios, por limitación en nuevas contrataciones o porque tienen una cultura de trabajo por proyectos y pueden pagar mejor. Pero realmente deberían ser las medianas y pequeñas las que abrazaran con ganas esta modalidad de trabajo, para inyectar puntualmente aceleración en los cambios necesarios y conocimientos ajenos a la organización, aumentando su grado de madurez empresarial.
En la pequeña empresa se contrata menos porque se ve caro, se ve en proporción a un recurso más y no como un acelerador del cambio, cuando la flexibilidad que aporta en tiempo de dedicación y variedad de conocimientos puede ayudar mucho en una crisis financiera, un cambio de sistemas, un nuevo mercado o producto.
¿Qué prejuicios puede tener una empresa para contratar servicios de Interim Management?
En la medida que una organización está más ligada al cambio y a la innovación, percibe mejor las ventajas del Interim Management, igual que la consultoría. Pero si la empresa es más tradicional y no está decidida a cambiar, es fácil que tenga prejuicios para modificar la contratación de servicios y atreverse a delegar responsabilidades en un interim manager que estará de paso.
¿Por qué es mejor contratar a una empresa de Interim Management que hacerlo directamente a un interim manager?
Lo mejor es contratar a un buen interim manager, en concreto, al que mejor encaja con nosotros. Es lógico pensar que hay mayor oferta en una empresa especializada y que nos ayudaran en la selección, fijación de objetivos, etc.
Las empresas que se especializan en el negocio del Interim Management, su objetivo es mejorar su propuesta de valor en el tiempo, para ello tiene que medir y contrastar el valor aportado por el profesional contratado, aportando herramientas, formación, feedback, etc. Simultáneamente, buscar nuevos profesionales que complementen o mejoren la oferta de Interim Management. Esta combinación de mejora constante y búsqueda activa es un claro valor que aporta la empresa frente al profesional freelancer.
Ahora bien, el profesional con unas habilidades y experiencias concretas contrastadas puede competir muy bien si desarrolla adecuadamente su huella digital facilitando la localización, porque se convierte en empresa unipersonal de Interim Management.
Es normal que una fuente natural de talento proceda de profesionales que por diferentes razones se encuentran en un momento de madurez excelente, pero sin facilidad de acceder al mundo laboral por su edad, y esta modalidad de contratación les puede interesar. En estos casos las empresas de Interim Management son mejores porque les explican de verdad en qué consiste esta modalidad directiva, evitando frustraciones cuando luego no se mantiene la contratación en el tiempo, es decir, detrás hay una empresa que está velando para que entiendan el concepto de Interim Management, y cumplir con las verdaderas expectativas del cliente, algo rápido, efectivo y limitado en el tiempo frente al legitimo deseo de la seguridad contractual que puede buscar el profesional.
Cuando me he encontrado en la situación, de tener que hacer una fuerte restructuración en un país y no tener el responsable adecuado, nunca he dudado en llamar a empresas especializadas, porque me garantiza que ellos se dedican a buscar esos perfiles y a responder por ellos. Me han trasmitido mayor confianza en la calidad y cualificación que me podían aportar.
Estamos en un mundo de reputación y si la compañía de Interim Management tiene buen nombre, ese nombre es porque los profesionales que está proponiendo a sus clientes responden a las expectativas, con lo cual, si el interim manager es un ejecutivo bueno, le gusta representar esos valores, y si fallara como profesional, lo normal es que esa empresa no lo quiera, con lo cual se caerá de la lista. Si la empresa es la que ayuda al interim manager a conseguir contratos, y estos profesionales haciéndolo bien se acreditan para futuras contrataciones, crean un círculo virtuoso y aporta valor mutuo que favorece al cliente.
Si la empresa de Interim Management ve que el cliente es el propietario de la empresa, un consejo directivo o un directivo que va a delegar poco, tendrá que buscar un interim manager con menos carácter. Si el cliente busca alguien que cambie todo muy rápidamente, necesita un interim manager con carácter que tome decisiones y se moje de verdad. Es clave que las partes entiendan qué objetivos concretos hay y qué sería un éxito o un fracaso, sin ambigüedad con el objetivo a conseguir, ni expectativas falsas u ocultas. La experiencia de las empresas de Interim Management en esto es un valor claro para la empresa que contrata, al ser experiencias siempre puntuales.
En definitiva, pienso que una empresa de Interim Management casa mejor la oferta con la demanda.